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Ahora cuídate y cuida tu equipo


Cómo tener un equipo comprometido en tiempos de crisis

¿Has pensando en la oportunidad que esta crisis te brinda?

En nuestra ocupada vida normal nunca tenemos tiempo ni para hacer actividades con los miembros de nuestro equipo, ni tenemos todas las reuniones de trabajo que deberíamos. Siempre decimos: “no tenemos tiempo para eso“, o “tenemos otras cosas más urgentes“.

Pero de repente, el mundo se para, y nos para también a nosotros.

Tu clínica está cerrada. Tus pacientes confinados en casa. Y tu familia y tú, también.

¿Qué vas a hacer para aprovechar el tiempo disponible que tienes ahora?

Por supuesto que hay asuntos urgentes que atender.

Pero también tienes TIEMPO para diseñar cómo será la vuelta al trabajo tras el Covid-19.

Porque, por supuesto, también llegará.

Tu papel como líder de tu equipo, una prioridad A.

Tu papel como líder es esencial siempre. Y ahora, aún más.

Por eso me gustaría que reflexiones sobre una serie de preguntas:

¿Cómo estás sirviendo a tu equipo en este momento?

¿Cómo estás inspirando a tu equipo?

¿Qué estás enseñando a tu equipo en estos días?

¿Cómo estás demostrándole a tu equipo lo importantes que son para tu clínica, para tus pacientes y para ti?

Te invito a poner las respuestas por escrito.

Crear un equipo comprometido en tiempos de crisis.

Además, te propongo una serie de acciones concretas que te ayudarán a gestionar esta situación.

1. Dedícale tiempo a tu equipo.

Es muy importante que, en tiempos de crisis, escuches activamente, colabores y te relaciones con cada uno de los miembros de tu equipo.

Para ello, te propongo que organices reuniones diarias por videoconferencia que te servirán para proteger, cuidar, tranquilizar y velar por la salud de tus pacientes, tu equipo y sus familias.

Además de preocuparte por la salud de tu equipo y sus familias, puedes compartir rutinas que ayuden a llevar mejor el confinamiento, y lo más importante, podéis aprovechar para plantear acciones que ayuden al cuidado y bienestar de vuestros pacientes, proponer acciones de mejora de la organización de la clínica, o crear un plan de acción entre todos para los próximos meses

Necesitamos mantener nuestras mentes ocupadas y constructivas.

Porque cuando esto pase, el trabajo que hayamos realizado ahora, nos ayudará a ofrecer lo mejor de nosotros a los pacientes, y a minimizar el impacto económico en el negocio.

2. Sistematiza.

Está en tu mano que esta pausa te ayude a mejorar lo que hasta ahora habías establecido.

Evalúa o re-evalúa los procesos que quieres que se sigan en tu clínica, y compártelos con tu equipo.

Explica el por qué y el cómo.

Distribuye tareas y deja muy claro qué es lo que esperas de cada persona.

Ahora es un momento idóneo para crear (si aún no los tienes) el listado de funciones y tareas de cada persona del equipo.

3. Transmite correctamente la visión de tu clínica.

¿Tienes clara la filosofía de tu clínica? ¿Tus valores? ¿Tu visión? ¿Tu misión?

Es probable que esta situación te sirva para re-evaluar y actualizar tus valores.

Imagínate en detalle cómo será tu clínica en unos años. Cuanto más concreto seas, mayores serán tus posibilidades de convertir esa visión en realidad.

Piensa que la visión no sólo te va a proporcionar orientación a largo plazo, sino que también te va a dar la inspiración y la energía necesarias para seguir adelante cuando paséis por un mal momento, como este que vivimos.

Como líder, tú tienes que usar esa visión para motivar a tu equipo y transmitir que, si se adaptan los objetivos y los protocolos, la visión convertirá en realidad.

4. Demuestra la importancia de cada miembro del equipo para el funcionamiento de la clínica.

Cada persona del equipo es igual de importante para que todo funcione correctamente. Házselo saber. Comparte las funciones de todos para que cada uno vea que es parte de un equipo, de un engranaje, que necesita que todas las piezas hagan su trabajo correctamente para el bien común.

5. Mantén a tu equipo constantemente motivado.

En situaciones excepcionales, tendrás que tomar decisiones excepcionales, pero compártelas. Practica la honestidad y la transparencia.

Algunas medidas serán duras de tomar, pero serán necesarias por el bien común.

La comunicación cobra un papel de extremada relevancia en tiempos de crisis.

Y un aspecto que NUNCA debes olvidar: CUÍDATE.

Para poder dedicarle todo ese tiempo que exige el liderazgo a tu equipo y a tus pacientes, tienes que empezar por “liderarte” a ti mismo.

Desarróllate, aprende, vive.

Medita, reflexiona, disfruta del silencio.

Haz todos los días algo que realmente te guste hacer (y que habías dejado de hacer por tu “falta de tiempo”).

Dedica tiempo a lo verdaderamente importante en tu vida: tu pareja, tus hijos, tus padres, tus amigos.

Y, sobre todo, piensa que la vida está para disfrutarla en primera persona.

Sí, incluso cuando eres un líder en tiempos de crisis.

Porque el líder, antes de cuidar a todos los que le rodean, tiene que empezar por cuidarse a sí mismo.

El líder tiene que motivar con su ejemplo.

¿Preparado para liderar en tiempos de crisis?

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